Aparatos removibles en niños ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
Habitualmente
se ven niños de tres o cuatro años con sus dentaduras temporarias completas,
alineadas y hermosas, y luego, a sus padres, que estaban felices y orgullosos,
y que parecen entrar en pánico cuando en esas mismas bocas comienzan a
apretujarse, girarse o directamente: no erupcionar, los dientes permanentes,
alrededor de los seis o siete años.
Pero
no hace falta volverse loco con esto, simplemente se necesita reconocer que
puede haber un problema y recurrir a un especialista. Afortunadamente existe
una rama de la odontología especializada en ello. Es la Ortopedia Funcional de
los Maxilares.
La
Ortopedia Funcional de los Maxilares contempla las fuerzas y movimientos que se
originan durante la masticación, deglución, respiración, fonación y ajuste facial
del niño y las utiliza para lograr equilibrio de estructuras y funciones.
Ortopedia
significa que corrige y previene deformaciones a través de un aparato, y
Funcional significa que emplea los estímulos funcionales y la contracción
muscular del mismo paciente porque éstas tienen capacidad formativa,
transformativa y generadora.
Es
decir, que el aparato de ortopedia funcional, trabaja en la boca utilizando las
mismas fuerzas musculares (lengua, labios, carrillos) del paciente, mientras
éste utiliza su cavidad oral para todas sus funciones habituales (hablar,
tragar, respirar).
Un
tratamiento de Ortopedia Funcional debe entenderse como una guía del
crecimiento hacia una boca concordante con los parámetros normales. El tratamiento
ideal es el que se realiza paralelo al crecimiento y se adecúa al desarrollo de
cada niño. Y como se realiza sobre órganos aún no formados pero sí en desarrollo,
las transformaciones se dan sin ningún tipo de lesiones, en un ámbito de
equilibrio y estabilidad fisiológica.
Por
lo tanto, si usted observa en su hijo cualquier tipo de maloclusión o mal
alineamiento de los dientes o mal posición en la forma que encajan el maxilar
superior con el inferior, recuerde que
mas allá de que la mayoría de las personas tienen algún grado de maloclusión, y
normalmente no es lo suficientemente seria para requerir tratamiento, nunca
está de más una consulta con su odontólogo, para quedarse tranquilo, para
prevenir o para dar solución a un problema de manera precoz, dado que los objetivos de un tratamiento ortopédico funcional
serán buscar una oclusión equilibrada y estable, una estética facial óptima y
un funcionamiento de la articulación témporomandibular (articulación de la
mandíbula al cráneo) fisiológico y saludable. Para ello, se debe aprovechar en
el niño su período de crecimiento (tejidos óseos menos densos) lo que sin lugar
a dudas dará una estabilidad dental y esquelética prolongada, con menos
tendencias a recidivas.
Algunos ejemplos de maloclusion dentaria:
MORDIDA CRUZADA O INVERTIDA |
MORDIDA ABIERTA |
Los
beneficios de la intervención temprana de un especialista incluyen:
• Un mejor pronóstico de cómo se desarrollarán
los dientes permanentes
• La capacidad de corregir cualquier hábito que
pueda ser la causa de los problemas de desarrollo, como chuparse el dedo o la
lengua que empuja
• La corrección de problemas de mordida como
una mordida abierta, mordida invertida o mordida profunda
• La capacidad de guiar el crecimiento de la
mandíbula para acomodar los dientes emergentes
• La reducción del riesgo de daño a cualquier diente que
sobresalga
• La capacidad para mejorar la apariencia del
niño
• La
postura más agradable y funcional de los dientes, los labios y la cara
• El alivio en el futuro de no necesitar una
corrección más invasiva
• El aumento de la autoestima y la confianza
del niño
Comentarios
Publicar un comentario