CÁNCER BUCAL ¿CÓMO PREVENIRLO?
La palabra cáncer, es una palabra que
jamás querremos escuchar en ninguna consulta médica, pero, por más que parezca
aterrorizarnos, el fantasma del cáncer es un enemigo del cual podemos estar
siempre un paso adelante, y ello se logra a través de la prevención. Se estima que a lo largo de 2015 se
diagnosticará cáncer oral u orofaríngeo a 42,440 adultos (30,220 hombres y
12,220 mujeres) en los Estados Unidos. El cáncer de la cavidad oral se
clasifica como el octavo cáncer más frecuente en los hombres y está en aumento,
probablemente debido a una infección por un virus llamado virus del papiloma
humano (human papillomavirus, HPV). Sin embargo, las estadísticas no hacen más
que reflejar un determinado comportamiento y mostrar sus nocivas consecuencias,
y es esto mismo lo que es susceptible de modificarse llevando a cabo ciertas
pautas preventivas.
¿CÓMO PODEMOS PREVENIR EL CANCER BUCAL?
Por un lado, debemos promover el protocolo del examen bucal preventivo como
práctica regular entre los especialistas de las diferentes especialidades
médicas, y, por sobre todo en el consultorio del odontólogo, en el que
auscultar la cavidad bucal forme parte de su rutina de chequeo.
Por otra parte, debemos
incentivar en los pacientes la conciencia preventiva del autoexamen bucal,
entrenándolos para detectar anomalías incipientes y acudir a la consulta de
forma inmediata.
Usted es el factor más
importante para la prevención del cáncer bucal. Acuda rápidamente a su
odontólogo si nota alguno de los siguientes cambios:
-Una ulcera en los labios, en las encías o dentro de tu boca que sangra
con facilidad y no cicatriza.
-Bultos o engrosamientos de tejidos indoloros en la boca.
-Lesiones blancas, rojas o negras por más de dos semanas.
-Pérdida de sensaciones o adormecimiento en alguna parte de la boca.
-Dificultad para masticar o deglutir alimentos.
-Sangrado persistente en labios, encías, lengua o carillos.
-Dolor sin explicación alguna en la boca o sensación de atoramiento en
la garganta.
-Cambios en la voz.
-Aumento de volumen en la Mandíbula, causando que la prótesis no se
ajuste apropiadamente.
-Dientes que se mueven sin causa aparente.
Finalmente, llevar un
estilo de vida saludable y tener adecuados hábitos de higiene son el último
complemento del círculo de prevención.
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