MOTIVACIÓN EN ODONTOPEDIATRÍA


Llamamos motivación a la preparación que se le da al paciente para que pueda enfrentar adecuadamente una situación desconocida, de modo tal que ésta no se transforme en una situación traumática.

La motivación ayuda al conocimiento mutuo y al conocimiento de los diferentes roles. Al niño le permite familiarizarse con el lugar y saber que se espera de él. Al profesional le sirve para conocer a su paciente y tener en cuenta cuáles son sus expectativas y temores (por ejemplo en relación al instrumental).

Uno de los objetivos de la motivación es despertar en el niño el deseo por el cuidado de su salud bucal, logrando que acepte ser atendido para mantener su boca sana.

Otro objetivo de la motivación es bajar el monto normal de ansiedad que provoca la atención odontológica, permitiéndole al paciente prepararse para enfrentar esa nueva experiencia; esto implica otorgarle su derecho a participar y decidir.


La situación odontológica implica una relación triangular entre el niño, el odontólogo y los padres, por lo tanto, la motivación siempre debe incluir a todos, ya sea una consulta aislada o parte del tratamiento planificado.

El primer encuentro debe estar centrado en el diálogo con el paciente y el adulto que lo trae a la consulta, y si el niño lo permite, hacer la evaluación de su estado odontológico. Luego hay que explicarle en qué estado se halla su salud bucal y cuáles serán los pasos a seguir (plan de tratamiento). Es indispensable llegar a un acuerdo con los padres, porque de eso dependerá la colaboración que se recibirá durante el desarrollo del tratamiento.

Hay que mostrar al niño solamente los instrumentos que se utilizarán en cada sesión y explicitarle cómo será el uso que se hará de los mismos.

Hay 5 momentos cruciales en el tratamiento odontológico:

1) Abrir la boca 
2) Introducción del instrumental 
3) Anestesia 
4) Extracción (vivida con frecuencia como una mutilación) 
5) Intervenciones quirúrgicas


Las intervenciones en la boca reactivan fantasías y ansiedades que se relacionan con la aparición de la dentición. 

Es por todo esto que la atención odontologica de los niños debe se siempre muy hablada y explicada y siempre respetando los tiempos internos de cada niño. Haciéndolo participe y encontrando "complicidad" con el adulto acompañante. Algunos niños pueden comenzar a ser atendidos desde la primera consulta mientras otros pueden necesitar más sesiones de motivación y adaptación al tratamiento antes si quiera de sentarse solos en el sillón. La paciencia y empatía del profesional son fundamentales en este caso. 

Ir al odontologo no debe ser tomado como algo temido, debe ser entendido como una necesidad para aprender a realizar el autocuidado bucal necesario para estar en salud. 



Fuente: MOTIVACIÓN EN ODONTOPEDIATRÍA Lic. Haydee Vulcano, Lic. Graciela Wider. Odontologia UBA 

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