CÁNCER BUCAL ¿CÓMO PREVENIRLO?

La palabra cáncer, es una palabra que jamás querremos escuchar en ninguna consulta médica, pero, por más que parezca aterrorizarnos, el fantasma del cáncer es un enemigo del cual podemos estar siempre un paso adelante, y ello se logra a través de la prevención. Se estima que a lo largo de 2015 se diagnosticará cáncer oral u orofaríngeo a 42,440 adultos (30,220 hombres y 12,220 mujeres) en los Estados Unidos. El cáncer de la cavidad oral se clasifica como el octavo cáncer más frecuente en los hombres y está en aumento, probablemente debido a una infección por un virus llamado virus del papiloma humano (human papillomavirus, HPV). Sin embargo, las estadísticas no hacen más que reflejar un determinado comportamiento y mostrar sus nocivas consecuencias, y es esto mismo lo que es susceptible de modificarse llevando a cabo ciertas pautas preventivas.

¿CÓMO PODEMOS PREVENIR EL CANCER BUCAL?

Por un lado, debemos promover el protocolo del examen bucal preventivo como práctica regular entre los especialistas de las diferentes especialidades médicas, y, por sobre todo en el consultorio del odontólogo, en el que auscultar la cavidad bucal forme parte de su rutina de chequeo. 

Dentro de este ámbito resulta muy favorable el desarrollo de campañas tal como la que se desarrolla este año del 3 al 7 de agosto en la FOUBA, donde especialistas en estomatología realizarán de forma gratuita exámenes al público general.
Por otra parte, debemos incentivar en los pacientes la conciencia preventiva del autoexamen bucal, entrenándolos para detectar anomalías incipientes y acudir a la consulta de forma inmediata.



Usted es el factor más importante para la prevención del cáncer bucal. Acuda rápidamente a su odontólogo si nota alguno de los siguientes cambios:

-Una ulcera en los labios, en las encías o dentro de tu boca que sangra con facilidad y no cicatriza.
-Bultos o engrosamientos de tejidos indoloros en la boca.
-Lesiones blancas, rojas o negras por más de dos semanas.
-Pérdida de sensaciones o adormecimiento en alguna parte de la boca.
-Dificultad para masticar o deglutir alimentos.
-Sangrado persistente en labios, encías, lengua o carillos.
-Dolor sin explicación alguna en la boca o sensación de atoramiento en la garganta.
-Cambios en la voz.
-Aumento de volumen en la Mandíbula, causando que la prótesis no se ajuste apropiadamente.
-Dientes que se mueven sin causa aparente.

Finalmente, llevar un estilo de vida saludable y tener adecuados hábitos de higiene son el último complemento del círculo de prevención.


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